martes, 4 de junio de 2013

Como un roble

En estos duros momentos
se ve todo lo que aguantas.
Tan dura o más que un roble,
con fuerza sobrehumana.
¿De dónde vendrá la fuerza?
¿Qué es lo que te da alas?
Y pensando y pensando
una cosa parece clara.
Y es que un roble es muy fuerte,
aunque como toda planta
necesita mucha agua
para tener ramas sanas.
Y ese agua son tus lágrimas
que dejan tu tierra regada.
Lágrimas que compartimos
entre todos los que te aman.
También necesita luz,
la luz de nuestras miradas,
que junto a nuestras sonrisas
dan calor a tus mañanas.
Y tierra rica en nutrientes
de las vivencias pasadas,
donde echas tus raíces
que te dejan bien anclada
para aguantar vendavales
que no te dejen tumbada.
Y así es como yo te veo,
fuerte, dura y sin fallas,
que eres todo un ejemplo
al que tengo envidia sana.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Alma herida

¡Ay, pobre del alma herida,
con mil reveses sufridos!
Alma rota y desgarrada
por caprichos del destino
que te golpea y azota
sumiéndote en un martirio.

Te miras en un espejo
y no ves más que delirios,
sin saber que lo que importa
no es lo que refleje el vidrio,
sino lo que ven realmente
el resto de tus amigos.

Y aquí tienes al primero,
que estará siempre contigo,
y te dirá lo que piensa
aunque le cueste un castigo,
porque cree que no hay halago
que no te hayas merecido.

Tienes un corazón enorme
que da en cada latido
un chorro bien fuerte
de amistad y de cariño.
Son tus mejores abrazos
para la gente un alivio,
que cuando sufren y lloran
en tus brazos hallan abrigo.

De tu exterior ni hablamos,
que no debe ser motivo
de angustias ni desvelos,
pero te diré sin remilgos
que al perderme en tu mirada
pierdo todo el sentido.

Por todo ello aquí estaré,
contigo todo el camino,
por la más alta montaña
o por la ribera del río.
Desde la aurora al ocaso,
haga calor o haga frío,
porque tú te lo mereces
aunque no me hayas creído.

jueves, 7 de abril de 2011

Tormenta de Sensaciones

Tormentas de sensaciones,
encontradas bajo mi piel,
recorren todo mi cuerpo
sin saber cómo ni por qué.
Emociones van y vienen
en un amargo vaivén.
Algunas dando alegrías
que animan todo mi ser,
y otras dejando el mal gusto
que solo tiene la hiel.
¿Encontraré a quien sea
de mi barco un timonel
o seguiré sin rumbo fijo
hasta llegar al edén?
Estas son las paranoias
de un viejo coronel,
romántico empedernido,
frustrado y sin querer.

martes, 29 de marzo de 2011

Gratitud Sincera

Cuando menos te lo esperas
y de forma inesperada
conoces nuevos amigos
que te llegan hasta el alma.
Amigos que te apoyan
ante la pesada carga
de una vida solitaria
llena de espinosas matas.
Muchos han sido los hombros
que ante las penas amargas
hacía mí se han acercado
para dejarme llorarlas.
Pero hoy quiero acordarme
de la que con casi nada
me ha dado tanto y tanto
que nunca estará pagada.
La del cabello cobrizo,
larga melena rizada
y unos ojos que te dejan
absortos en su mirada.
La que te ofrece un cariño
sincero y leal, sin trampas,
que no queda más remedio
que intentar lo que haga falta
para que en su dulce rostro,
con sus mejillas rosadas,
no falte su gran sonrisa
de la noche hasta el alba
y del alba hasta la noche.

miércoles, 7 de abril de 2010

Como una ostra

Hay gente que es muy tonta,
sin valorar lo que tiene.
En vez de disfrutar, daña,
agotando cualquier mente.
Pero tú puedes cual ostra,
con tu caparazón fuerte,
resistir todos los golpes
que el cretino te pegue.
Y si consiguiera herirte
no te preocupes, mantente,
que la amistad cual nácar,
con cantidades ingentes,
recubrirá la herida
para que cuando el dolor cese
quede una hermosa perla
para disfrutar con tu gente.

sábado, 6 de febrero de 2010

¿Dónde estás?

No sé que tiene mi musa,
esquiva y complicada,
que cuanto más se aleja
y menos veo su mirada,
más quiero poder decirle,
desde el fondo de mi alma,
todo aquello que siento
cuando ella me falta.
Pero me encuentro mudo,
no me salen las palabras.
Mis dos manos lo intentan,
aunque no consiguen nada.
Y así es como yo me hallo:
en un mar lleno de ganas,
a la deriva, sin rumbo,
con las velas bien izadas
para surcar con tu aliento
hasta donde haya calma.
Sin olas de melancolía,
con tu luz sobre mi cara.
Y poder, al fin, escribir.

martes, 7 de abril de 2009

Belleza sin valor

Lo más bello de este mundo
no se compra con dinero.
Vale mucho más que el oro,
más que a todo a lo que rezo,
y es tan alto su valor
que ni siquiera tiene precio.
Pero toda esa belleza
se la guarda muy adentro,
y todo lo que está fuera
no vale ni un pimiento
si la gente es tan estúpida
que no es capaz de verlo.
A esos tontos yo les digo,
con todo el mayor desprecio,
que no todo es superficie,
que no sólo son dos pechos,
ni unos labios ni dos piernas,
ni un largo pelo moreno.
Que lo que tiene más valor
no es su pequeño cuerpo,
sino ese enorme corazón
que no le cabe en el pecho.